Todos los países del mundo demandan más profesionales con habilidades digitales. Según el Banco Mundial, el 65% de los niños que hoy están en el nivel primario trabajarán de profesiones que todavía no existen. De allí la necesidad de incentivar la formación en estas capacidades desde edades tempranas.
Frente a este escenario tenemos un doble desafío: contar con un mayor número de talentos STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) y, en contexto de pandemia, formar profesionales con estas habilidades de manera remota.
Un relevamiento del Banco Interamericano de Desarrollo indica que la industria del software empleará a más de 1,2 millones de programadores en América Latina durante 2025, mientras que solo en Argentina quedan 5 mil puestos sin cubrir dentro de las empresas*.
Para revertir el déficit de perfiles STEM es preciso que en los colegios primarios y secundarios se incorporen estas disciplinas al plan de estudios. La educación necesita rediseñarse para acompañar los cambios en sociedades que demandan jóvenes y adultos que puedan resolver problemas complejos, pensar de manera crítica, colaborar productivamente con otros y seguir aprendiendo durante toda la vida.
En este sentido, Digital House Schools, nuestra iniciativa enfocada en colegios primarios y secundarios, está formando más de 8 mil niños y niñas de todo el país en programación, marketing digital, diseño, ciencia de datos y negocios digitales. Los chicos están hoy adquiriendo estas destrezas a distancia a través de nuestra plataforma PlayGround, con la ayuda de un docente. En simultáneo, mediante webinars estamos formando a más de 2 mil docentes para que se actualicen en el uso de herramientas digitales.
De esta manera, contribuimos a que los más jóvenes aprendan y pongan en práctica nuevas habilidades, además de que desarrollen otras capacidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la comunicación, así como flexibilidad y adaptabilidad, iniciativa y autodirección, entre otros. Un ejemplo concreto de aterrizaje de estas habilidades lo vivimos en un hackatón en el que reunimos a equipos de distintos colegios secundarios bajo la consigna de desarrollar una plataforma que ofreciera información sobre el coronavirus a distintos tipos de audiencia.
Estas experiencias demuestran que a pesar del distanciamiento social, los estudiantes pueden diseñar ideas, descubrir soluciones y generar productos de manera colaborativa. En otras palabras, los niños pueden ser creadores de herramientas en vez de conformarse con ser usuarios que solo las consumen.
También vemos cómo los niños están perfeccionando sus propias habilidades STEM enseñando a sus abuelos y padres cómo usar la tecnología. La creciente penetración de la tecnología en los hogares evidencia cada vez más la necesidad de incorporar la formación digital como una herramienta clave para favorecer la inclusión y el acceso a nuevas oportunidades laborales, económicas y sociales.
Francisco Anello, Director Educativo en Digital House
*Estimaciones de CESSI Argentina.