En el entorno actual, la tecnología es clave para desbloquear el potencial de las empresas y adaptarse a la velocidad de los cambios. Sin embargo, un nuevo estudio de nuestro socio Accenture muestra que solo 21% de las compañías ha integrado la tecnología en su desarrollo estratégico. El reporte -para el cual fueron encuestados más de 2.500 altos ejecutivos y se realizaron entrevistas en profundidad a más de 30 CEOs – revela que las compañías avanzadas, llamadas «Tech forward«, han logrado no solo superar a sus competidores, sino también generar un valor de acción sobresaliente y un crecimiento acelerado en los últimos seis años.
“El éxito de estas empresas tech forward se basa en su ‘core digital’ robusto y flexible. Este núcleo tecnológico no se limita a implementar herramientas de forma aislada, sino que integra tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, la nube y el Internet de las Cosas (IoT) en cada nivel de la organización. Este enfoque permite un manejo ágil de datos, automatización de procesos y toma de decisiones en tiempo real, habilitando a estas organizaciones a escalar rápidamente sus capacidades y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado”, explicó Gaetano Salierno, Director de Estrategia de Accenture Argentina.
Los ciclos de planificación estratégica han cambiado radicalmente en la última década. Antes, las empresas operaban con planes estratégicos rígidos, a menudo quinquenales, que se ajustaban mínimamente para adaptarse a cambios del mercado. Salierno resalta que “hoy, esta estructura ya no es viable en un entorno tan dinámico y disruptivo. Los líderes deben tomar decisiones rápidas y adaptarse constantemente, apalancándose en tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis de datos en tiempo real. Las empresas que han logrado integrar estos elementos en su estrategia pueden ajustar sus objetivos y acciones en respuesta a nuevas oportunidades o amenazas, manteniéndose competitivas en un entorno de cambio continuo”.
Este cambio ha modificado el papel y la dinámica del liderazgo. Antes, el manejo de las decisiones tecnológicas recaía casi exclusivamente en el CIO o CTO, mientras el CEO y otros líderes se enfocaban en la visión y crecimiento general de la empresa. Hoy en día, la tecnología es un componente fundamental de la estrategia corporativa, lo que requiere que toda la C-suite sea tecnológicamente competente y participe activamente en las decisiones tecnológicas. Este cambio hacia un liderazgo con «mentalidad digital» ha fomentado una colaboración más estrecha entre el CEO y el CIO, asegurando que la tecnología y la estrategia operen en alineación continua para lograr los objetivos de negocio.
El informe de Accenture sugiere cuatro pasos fundamentales para las empresas que aspiran a un crecimiento basado en tecnología: primero, monitorear el entorno tecnológico de manera constante para anticipar disrupciones; segundo, alinear la estrategia empresarial con herramientas digitales para guiar todas las etapas de planificación; tercero, implementar tecnología de forma enfocada para potenciar la eficiencia y la innovación; y cuarto, escalar las capacidades tecnológicas para sostener el crecimiento a largo plazo.
“Para los líderes que buscan posicionar a sus empresas en la vanguardia, el mensaje es claro: no se trata solo de tener tecnología, sino de integrarla profundamente y con un propósito estratégico. Las empresas tech forward no solo reaccionan al cambio, sino que lo anticipan, convirtiendo el core digital en una ventaja competitiva que impulsa el crecimiento, la rentabilidad y el liderazgo en el mercado”, concluyó Salierno.