Argencon, entidad que nuclea a las principales empresas de la Economía del Conocimiento, presentó su informe Argenconomics en el que analiza el desempeño del sector entre julio de 2023 y junio de 2024. En estos 12 meses nuestro país experimentó una drástica transición económica, caracterizada sucesivamente por el proceso electoral de 2023, la asunción del nuevo gobierno y el inicio de una nueva política, que impuso una fuerte corrección de precios relativos y reformas regulatorias y de funcionamiento de la economía en general.
Debido a estas fluctuaciones, la lectura de los valores nominales debería analizarse con especial cuidado, y sus resultados no deberían proyectarse linealmente sobre los próximos trimestres, sobre todo cuando aspectos centrales de la nueva política están aún en vías de implementación.
En cuanto a los datos estadísticos del período, la primera conclusión es que, en general, se mantuvo el nivel de exportaciones y de empleo, valores que marcan la resiliencia del sector durante un período tan heterogéneo.
Las exportaciones totales alcanzaron los USD 7.831 millones, lo que representa una disminución del 1,4% en comparación con el mismo período del año anterior. No obstante, en el segundo trimestre de 2024 se observó un importante incremento del 8,7%, marcando una recuperación tras la tendencia negativa de trimestres previos.
A nivel global, las exportaciones de servicios basados en el conocimiento crecieron un 8,6% en 2023, según datos de la OMC. Sin embargo, Argentina redujo su participación en el mercado mundial al 0,23%, cayendo al puesto 43 del ranking, en contraste con el 0,37% de participación alcanzado en 2010. Este descenso refleja el impacto de años de inestabilidad macroeconómica en la competitividad del país.
El informe también destaca la oportunidad estratégica que presenta la inteligencia artificial (IA), particularmente con la implementación del reciente Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Este programa busca posicionar a Argentina como un hub global de tecnologías disruptivas, complementando los beneficios establecidos por la Ley de Economía del Conocimiento.